Vas a necesitar:
1. Una lata de pintura del color que elijas
2. Un rodillo y una bandeja de pintura
3. Pinceles de pintura, uno de tamaño medio y uno pequeño
4. Un palo para mezclar
5. Cinta de enmascarar
6. Telas o sábanas de plástico (para cubrir los muebles o accesorios)
7. Paños absorbentes (para limpiar el polvo de las paredes y limpiar los derrames)
8. Una escalera de mano (para acceder a los lugares de difícil acceso)
9. Un poco de disolvente (para limpiar las gotas de pintura accidentales)
1. Elegí tu pintura: El color de las paredes tiene gran impacto en el aspecto y la sensación global de una habitación, así que es importante elegirlo bien. Una vez elegido, calcula cuanto necesitas , si necesitas podemos ayudarte a calcularlo acá.
2. Enmascará: Cubrí los enchufes, los marcos de las ventanas, los huecos, los picaportes de las puertas y cualquier cosa que no quieras pintar con cinta de enmascarar. Asegúrate de colocarla prolija para que los bordes de la pintura sean igualmente prolijos.
3. Cubre: Suele ser buena idea retirar todos los muebles de la habitación, pero si no tenes espacio para hacerlo, cubrilos con telas o sabanas, también podes usar bolsas de basura son una opción barata y sencilla para proteger objetos.
4. Quitá el polvo de las paredes: Para lograr un acabado ultraliso, es fundamental que limpies el polvo de las paredes antes de empezar a pintar. Normalmente es suficiente con pasar un paño seco. Presta especial atención en las esquinas superiores de la habitación, porque puede haber telas de araña. Puede ser también un buen momento para lijar imperfecciones y retirar clavos o tornillos antiguos de las paredes, rellenando los huecos con VISOLUCION ENDUIDO INTERIOR o VISOLUCION ENDUIDO EXTERIOR según corresponda. Si tus paredes necesitan algo mas que una limpieza de polvo, también te ayudamos acá.
5. Empezá a pintar: Normalmente no es necesario utilizar un fijador en las paredes que ya se han pintado, así que es el momento de abrir la lata de pintura. Revolve la pintura con el palo de mezclar y verté un poco en la bandeja del rodillo. Usá el pincel de tamaño medio para pintar los 10 cm de los extremos de las paredes superando los bordes de la cinta de enmascarar, si no sabes que pincel te conviene usar hace clic acá. Usá el rodillo para pintar lo demás. La clave para lograr un acabado uniforme y liso es no sobrecargar de pintura ni el pincel ni el rodillo. Para mas tips del rodillo hace clic acá. Dejá que la primera mano se seque, y de ser necesario aplicar una segunda mano. Quizá necesites una tercera, dependiendo de la superficie que estes cubriendo, con que producto y color lo estés haciendo.
6. Retirá la cinta: Cuando la pintura esté casi seca, retirá la cinta de enmascarar. Si esperás a que la pintura esté completamente seca, te arriesgás a arrancar secciones de pintura con la cinta. Si esto sucede, siempre podés hacer retoques con el pincel pequeño.
7. Alejate un poco y admirá tu obra: ¡Ya está! Ahora tenés un conjunto de paredes renovadas y deslumbrantes.